El gobernador Eduardo Brizuela del Moral junto a la intendente de Ancasti, Blanca Reyna, y otras autoridades habilitaron recientemente un albergue en la localidad de Anquincila. En plena inauguración, el mandatario provincial anunció que “se está trabajando en la construcción de otras 10 hosterías”, y justificó la tarea al mencionar que “necesitamos duplicar la capacidad hotelera, tenemos que crear conciencia turística porque Catamarca tiene un potencial extraordinario”.
En la provincia hay 21 hosterías distribuidas en las villas más visitadas, pero existen otros lugares, como Anquincila, en donde no existía un lugar para hospedarse. Las hosterías son usadas principalmente en época veraniega y representan una salida alternativa para destinar a la gente cuando la capacidad hotelera se ve colmada, cosa que ocurrió en el último fin de semana largo.
En cuanto al edificio que habilitaron, se informó que puede albergar a 32 personas y dispone de dormitorios, sanitarios, depósitos para ropa, una oficina administrativa y una explanada exterior de acceso. Fue construido con materiales de la zona, incluyendo piedra rústica, cubierta metálica, chapa galvanizada, aislamiento térmico y cielo raso de machimbre, cubriendo una superficie total de 337,50 metros cuadrados, tarea en la cual se invirtieron 270.553 pesos.
En la misma visita al departamento Ancasti, en un breve acto, las autoridades provinciales pusieron la piedra basal de la futura Hostería Polo Jiménez, en la Cuesta de El Portezuelo, obra que cuenta con un presupuesto de 959.489 pesos y se estima que será más que significativa para la provincia, ya que desde allí se podrá apreciar el Valle Central casi en su totalidad.