Se trata de un vagón de la cuarta formación de este simpático medio de transporte que en el área de Cataratas recorre siete kilómetros, uniendo la estación Central con la Garganta del Diablo.
El tren ecológico de la selva es el medio de transporte que funciona dentro del Parque Nacional Iguazú desde que se habilitó la nueva infraestructura dentro del área de servicios en las Cataratas. A través de este medio, y con la incorporación de este nuevo vagón, se pueden transportar en forma simultánea unas 500 personas, desde la estación central hasta la estación Garganta del Diablo, pasando por la estación Cataratas, desde donde se pueden visitar los paseos inferior, superior e isla San Martín.
Cuando se desarrolló el proyecto Cataratas, la preocupación de las autoridades de Parques y varias organizaciones ecologistas era el alto grado de contaminación producido por el motor de vehículos particulares y ómnibus que ingresaban al área de servicios de Cataratas, además del alto índice de atropellamiento de animales, que llegaba a la escalofriante cifra de 500 animales muertos por año.
Con la llegada del tren ecológico de la selva, estos dos problemas encontraron solución. En principio se limitó el ingreso de vehículos particulares y ómnibus al sector de visitas y paseos, evitando la generación de humos y gases contaminantes y también el intenso movimiento de automotores. Hoy, el tren de la selva une todos los circuitos de cataratas (paseo inferior, superior, isla San Martín y Garganta del Diablo), a una velocidad máxima de desplazamiento de 20 kilómetros por hora. Los motores funcionan con gas comprimido, lo que disminuyó considerablemente el nivel de emanación de gases contaminantes, y además cada formación esta preparada para transportar personas con capacidades diferentes.
Este nuevo vagón que se incorpora podrá transportar 50 personas más, elevando la capacidad de transporte a 500 pasajeros en forma simultánea. Desde la concesionaria de los servicios en el área de cataratas destacan que “si bien las primeras locomotoras y vagones fueron construidos en Inglaterra por la empresa Alan Keef, el directorio de Iguazú Argentina ha decidido apostar al desarrollo de la industria nacional y confió la construcción de este vagón y de una locomotora (que ya esta funcionando en el Parque), a la empresa Argentina Glastra”, que tiene sus talleres en la localidad de Avellaneda, provincia de Buenos Aires, la que actualmente esta trabajando en la construcción de nuevos vagones que próximamente se incorporarán para prestar servicios en las Cataratas.