Viernes 16 de Julio de 2010
Viernes 16 de Julio de 2010
La crisis económica ha demostrado claramente las interconexiones existentes en un mundo cada vez más globalizado. Lo que empezó como una crisis de los créditos hipotecarios de alto riesgo en Estados Unidos, se fue transformando en una grave crisis financiera para finalmente desembocar en una crisis económica mundial que ha sacudido los cimientos mismos de la economía global.
Las dificultades ineludibles que están planteando la pobreza y el cambio climático han puesto de manifiesto que, hoy en día, los principales problemas no se pueden resolver unilateralmente, confinándolos dentro de fronteras nacionales. Los desafíos mundiales requieren soluciones globales.
Partiendo de esta premisa, la comunidad internacional ha empezado a tomar una serie de medidas importantes para coordinar sus respuestas. Las iniciativas de la hoja de ruta para la recuperación y el T-20, recientemente creadas por la Organización Mundial del Turismo a instancia de los Miembros, tienen como objetivo dar apoyo a la economía mundial y al sector turístico como parte de una respuesta global.
Están claros los argumentos económicos y de desarrollo a favor del turismo. En 2009, 880 millones de turistas cruzaron fronteras internacionales, generando unos ingresos mundiales por turismo internacional que ascendieron a 852.000 millones de dólares.
El turismo representa el 30% de las exportaciones de servicios mundiales (1 billón de dólares) y el 45% de las exportaciones de servicios de los países en desarrollo. Además de su incidencia sobre el crecimiento económico y el desarrollo sostenible, el turismo también es un sector que puede generar empleos, brindado una solución a lo que quizás es uno de los problemas más comunes en estos tiempos.
La industria turística crea millones de puestos de trabajo directos por todo el mundo y otros innumerables empleos indirectos, gracias a sus efectos multiplicadores sobre sectores relacionados con el ámbito turístico como la industria o la agricultura. En la mayoría de los países es uno de los sectores que emplea a más personas y una vía de entrada rápida al mundo del trabajo para los jóvenes y las mujeres de las comunidades urbanas y rurales.
LA INTEGRACION DEL TURISMO: UN RETO
Sin embargo, a pesar del estímulo que aporta el turismo a la economía mundial, incrementando el empleo y creando puestos de trabajo, atenuando la pobreza y apoyando al desarrollo, todavía no se tiene suficientemente en cuenta a la industria turística en la toma de decisiones globales.
Ello se debe en gran parte a la naturaleza misma del turismo. A pesar de ser uno de los mayores sectores económicos del mundo, es también uno de los más diversificados y fragmentados. Abarca un incontable número de proveedores y partes interesadas, principalmente pequeñas y medianas empresas, lo que hace que sea difícil lograr coordinar las actuaciones y condiciones de todo el sector.
HACIA LA GLOBALIZACION
Los recientes acontecimientos económicos, los retos planteados por la atenuación de la pobreza y el cambio climático y muchos otros retos mundiales ponen de manifiesto la importancia de una colaboración mundial.
La consolidación de la cooperación económica y de los procesos de toma de decisiones representa una evolución positiva en la que la industria turística ha de trabajar para estructurar mejor su capacidad de crear empleos, de tratar el problema de la pobreza y de hacer oír su voz.
Está claro que la industria turística ha de unirse y hablar con una sola voz para presentar los argumentos a favor del turismo y poder tratar mejor una amplia gama de cuestiones de alcance mundial.
La hoja de ruta para la recuperación y la iniciativa del T20 tratan de destacar la contribución que el sector turístico puede aportar a la resolución de problemas mundiales, y éstas son importantes medidas para mejorar el posicionamiento del turismo como uno de los principales motores del crecimiento económico y del desarrollo.