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Jueves 26 de Septiembre de 2013

   Jueves 26 de Septiembre de 2013


La primera nave semisumergible de industria argentina, que permitirá a los turistas ver ballenas bajo el agua, comenzará a operar este año desde Puerto Pirámide, en Chubut, cuando termine su construcción que comenzó en enero pasado.

La embarcación, diseñada y construida totalmente en la Argentina es un emprendimiento privado, con respaldo del gobierno de Chubut, y está inspirado en embarcaciones de ese tipo que se utilizan para observaciones submarinas en la barrera de arrecifes de Australia, en el Caribe y en el Mar Rojo desde Israel.

Ese será el espacio para los pasajeros, con unos 40 asientos con sus respectivas ventanas, desde las que según el promotor y director del proyecto, Tiño Resnik, “va a ser como mirar a los ojos a la ballena desde una máscara de buceo”.

Tanto el gobernador chubutense, Martín Buzzi, como el secretario de Turismo, Carlos Zonza Nigro, dieron pronto su respaldo para la construcción del primer semisumergible de industria nacional.

El barco está en construcción en el Astillero Naval Federico Contessi, en Mar del Plata, desde enero último, y Resnik estimó que será botado en el mes de octubre.

En la costa bonaerense harán las pruebas de navegación y, tras los ajustes que sean necesarios, lo trasladarán a Chubut para unos avistajes experimentales antes de fin de año, y luego lo habilitarán para el público.

El semisumergible estará construido totalmente en acero naval soldado y sus medidas serán de 15 metros de largo por cuatro de ancho, propulsado por dos motores de 50 HP cada uno, que le darán una velocidad máxima de seis nudos.

El emprendimiento se llama Proyecto YellowSubmarine -la parte visible de la nave será toda amarilla-, y cambiará totalmente la forma de avistar ballenas. La ventaja respecto de las naves de superficie será que no habrá que esperar a que las ballenas emerjan para poder verlas.

Debido a que en Puerto Pirámide, por ser área protegida no se construyó muelle, el barco no podrá acercarse a la costa a causa de sus dos metros de calado, por lo que permanecerá anclado en la zona de avistaje y los pasajeros llegarán en lanchas transbordadoras para iniciar directamente el avistaje submarino.

Resnik y su cónyuge, Silvina Garzonio, son los dueños de la firma Southern Spirit, que para concretar el proyecto YellowSubmarine se asoció con la inversora Julitte Decré.



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